martes, 29 de julio de 2008

Los 10 mandamientos

Los Diez Mandamientos
EL ACONTECIMIENTO MÁS SIGNIFICATIVO del Antiguo Testamento es la entrega que hace Dios de los Diez Mandamientos. Con el Decálogo está relacionada la formación misma del pueblo hebreo. En efecto, antes del otorgamiento de los mandamientos, vivía en Egipto una tribu semítica de esclavos, embrutecidos y privados de sus derechos; pero después de la legislación del Sinaí surge un pueblo llamado a crecer y servir a Dios, del cual luego se originarían grandes profetas, apóstoles y los santos de los primeros siglos del cristianismo. En su seno nació corporalmente el propio Salvador del mundo, el Señor Jesucristo.
Acerca de las circunstancias relacionadas con la recepción del Decálogo nos relatan los capítulos 19, 20 y 24 del libro del Exodo. En Egipto, mil quinientos años antes de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo, después de los grandes prodigios hechos por el profeta Moisés, el faraón se vio obligado a dejar salir de su país al pueblo hebreo. Este, después de cruzar milagrosamente el mar Rojo, se dirigió al sur, a lo largo de la península de Sinaí en busca de la Tierra Prometida. Hacia el quincuagésimo día después del éxodo de Egipto, el pueblo hebreo acampó al pie del monte Sinaí (Sinaí y Horeb son dos cumbres de una misma montaña. Moisés subió al monte y allí el Señor le anunció: "Di a los hijos de Israel, si obedecieren Mi voz y cumplieren Mi testamento, serán Mi pueblo." Cuando Moisés transmitió la voluntad de Dios, le contestaron: "Todo lo que ha dicho el Señor lo cumpliremos y seremos obedientes." Entonces el Señor le ordenó a Moisés que para el tercer día se preparase con ayuno y oración. Al tercer día una espesa nube cubrió la cumbre del monte Sinaí. Entre relámpagos y truenos se escuchaban sonidos de trompetas. Del monte subía humo y toda la montaña oscilaba fuertemente. A cierta distancia el pueblo, trémulo, observaba lo que acontecía. En el monte el Señor le dictó a Moisés Su Ley - los Diez mandamientos y luego el profeta los transmitió al pueblo.
Al aceptar los mandamientos el pueblo hebreo prometió observarlos, entonces fue concretado un Pacto (una unión) entre Dios y los hebreos. Este Pacto consistía en que el Señor prometía al pueblo hebreo su misericordia y protección mientras que los hebreos prometían llevar una vida justa. Después de esto Moisés subió otra vez al monte y permaneció allí en ayuno y oración durante 40 días. Allí, el Señor le entregó a Moisés otras leyes religiosas y civiles, ordenó la construcción del Tabernáculo (un templo-tienda transportable y estableció reglas relacionadas con el servicio de los sacerdotes y sacrificios. Al finalizar los 40 días Dios escribió Sus Diez mandamientos, que antes fueron transmitidos verbalmente, sobre dos placas de piedra (tablas) y ordenó que sean guardadas en el "Arca del Pacto" (Una caja dorada con imágenes de querubines en la cubierta. para el permanente recuerdo de la unión entre él y el pueblo hebreo (se desconoce dónde están las tablas actualmente). En el capítulo segundo del 2 Libro de los Macabeos se relata que durante la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor en el siglo VI a.C. el profeta Jeremías las escondió junto a otros objetos sagrados del Templo en una caverna del monte Nevo. Este monte se encuentra unos 20 km al este de la desembocadura de río Jordán en el mar Muerto. Poco antes de la entrada de los hebreos en la Tierra Prometida (1400 años a.C.) en este mismo monte fue sepultado Moisés. Los repetidos intentos de hallar las tablas originales hasta ahora fueron infructuosos. Transcribimos a continuación los Mandamientos.
1. Yo soy el Señor, tu Dios, y no tendrás otro Dios más que a Mí.
2. No harás escultura, ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra, no te postrarás ante ellas ni le servirás.
3. No tomarás el nombre del Señor, tu Dios, en vano.
4. Recuerda el día del sábado para santificarlo, seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, más el séptimo día, sábado, - lo dedicarás al Señor, tu Dios.
5. Honra a tu padre y tu madre para que tus días se prolonguen y sean buenos en la tierra.
6. No matarás.
7. No cometerás adulterio.
8. No robarás.
9. No dirás falso testimonio contra tu prójimo.
10. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni la casa de tu prójimo, ni sus campos, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que le pertenezca.
Durante el peregrinaje por el desierto, que duró 40 años, Moisés fue registrando poco a poco lo que el Señor le reveló en el monte Sinaí y en las apariciones posteriores. A partir de esas anotaciones se formaron los siguientes libros bíblicos: el Exodo, los Números, Levítico y el Deuteronomio. Estos cuatro libros junto con el primero, "Génesis," forman el Pentateuco. Entre los Diez Mandamientos presentados en Exodo: 1-17 y Deuteronomio 5:6-21 existen diferencias insignificantes que consisten en breves aclaraciones.

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